El propietario de este piso en una finca regia de Sant Feliu de Guíxols quería reformar el espacio. Tenía claro que debían conservarse el máximo de elementos originales, como las vigas de madera vistas o la policromía del techo en algunas habitaciones. Respecto a la parte nueva, quería asegurar un estilo acorde con la personalidad de la finca.

Fusta Floor se encargó de la colocación del parquet. Se escogió un parquet de roble clásico natural con un toque de blanco, que aporta luminosidad a un piso que no recibe excesiva luz natural. La lama es amplia, de 19 centímetros.

En esta ocasión, se optó por un laminado, por la resistencia que aporta. Este parquet, de la marca Parador, es un producto de gama media con una buena relación calidad-precio, con bastante densidad y un buen click, resistente a arañazos y abrasión.

Fusta Floor se encargó también de instalar puertas y construir armarios, en colaboración con la empresa de carpintería Cideko, de Girona. Algunas de las puertas originales consiguieron restaurarse.

Se instalaron zócalos y molduras de la marca Orac Decor, que confieren un aire atemporal y elegante a los espacios. 

Un aspecto importante de la reforma era asegurar una perfecta transición entre diferentes materiales: entre la piedra de las paredes y el parquet del suelo. Se consiguió con la aplicación de una cola apta para dilataciones y que mantiene la coherencia estética.

El resultado final estuvo a la altura de las expectativas de un cliente meticuloso y detallista. La vivienda mantuvo el aire regio de la finca, alternando elementos originales, nuevos materiales y toques clásicos, que combinan de maravilla con los fantásticos muebles de herencia del propietario… ¡donde incluso encontramos escondida una nota de su abuelo!